Había una vez un pastor de ovejas que debía cruzar por cierta zona urbana para llegar hasta una llanura donde sus animales pudieran abrevar. El pastor con su rebaño atraviesa una carretera y comienza a demorar a un automovilista que espera a que todas ellas crucen. El conductor de la camioneta 4 x 4 se empieza a impacientar y decide bajarse de su vehículo y dirigirse hacia el buen pastor, pero en vez de recriminarle, decide sacar provecho de tal situación y le dice al hombre lo siguiente.
Oiga señor,….vea, …me gustaría hacerle una apuesta…
El pastor dice…..buenas tardes señor.. en que lo puedo ayudar….
Quisiera saber si usted desea jugar una apuesta conmigo.
El pastor gentilmente le pregunta…¿y en qué consiste?…..
Lo que le propongo es lo siguiente,…..si yo le digo a usted cuantas ovejas tiene en su rebaño con el 100% de exactitud….me llevo una de ellas,…, pero si fallo, …usted se lleva mi camioneta,…¿qué le parece?....
El pastor piensa unos minutos y luego acepta la apuesta….El propietario de la 4 x 4 saca su laptob… ingresa a la web, busca imágenes satelitales del lugar,…luego ingresa a un programa de geometría,….saca un aparato de su bolsillo para medir distancia,…toma el diámetro que ocupa el rebaño, ..ensaya algunos cálculos en el Excel y luego de pasarlos a una fórmula que él ideo le dice al buen pastor.
Mire, en esta superficie usted tiene 350 ovejas de las cuales 100 son machos, 246 son hembras, y hay dos que están preñadas, potencialmente eso nos lleva a 250….que le parece, ¿acerté?.....
Oiga señor,….vea, …me gustaría hacerle una apuesta…
El pastor dice…..buenas tardes señor.. en que lo puedo ayudar….
Quisiera saber si usted desea jugar una apuesta conmigo.
El pastor gentilmente le pregunta…¿y en qué consiste?…..
Lo que le propongo es lo siguiente,…..si yo le digo a usted cuantas ovejas tiene en su rebaño con el 100% de exactitud….me llevo una de ellas,…, pero si fallo, …usted se lleva mi camioneta,…¿qué le parece?....
El pastor piensa unos minutos y luego acepta la apuesta….El propietario de la 4 x 4 saca su laptob… ingresa a la web, busca imágenes satelitales del lugar,…luego ingresa a un programa de geometría,….saca un aparato de su bolsillo para medir distancia,…toma el diámetro que ocupa el rebaño, ..ensaya algunos cálculos en el Excel y luego de pasarlos a una fórmula que él ideo le dice al buen pastor.
Mire, en esta superficie usted tiene 350 ovejas de las cuales 100 son machos, 246 son hembras, y hay dos que están preñadas, potencialmente eso nos lleva a 250….que le parece, ¿acerté?.....
El buen pastor, hombre humilde y decente a la vez, reconoce que este señor le había dado las cantidades correctas y dándole la mano le confirma que había acertado con el 100% de exactitud….
El pastor mira al señor unos minutos, se pone la mano sobre la barbilla y le dice,…. Ahora déjeme adivinar a mí, yo puedo saber cuál es su profesión….., inmediatamente el hombre con cierta mezcla de asombro y curiosidad dice, …..está bien, pero debe ser tan preciso como yo, usted ya sabe que soy un hombre instruido pero, ¿a que me dedico específicamente?,… el pastor espera unos segundos y le responde………… usted es un “consultor”…..El propietario de la 4 x 4, con claros gestos de desconcierto le dice, hombre….. tiene usted razón, pero ¡como se le ocurrió mencionar esta profesión?El pastor le contesta, fue muy sencillo, me di cuenta por 3 motivos, los consultores vienen sin que uno lo llame y en general saben poco o nada del negocio al que pretenden asesorar…..
Y el tercer motivo…………
Lo que está cargando en su camioneta no es una oveja,…es su propio perro……………Esta vieja humorada refleja lo que parece ser una paradoja, que se define como una idea opuesta a lo que se considera verdadero o a la opinión general, o una proposición en apariencia verdadera pero que conlleva a una contradicción lógica o situación que infringe el sentido común.
Lo cierto es que si bien hay parte de verdad en el chiste que acabo de reproducir, la consultoría no es de por sí una materia sencilla como muchos suponen.
En primer lugar, tener “experiencia” en un negocio no significa ser “exitoso”. Hay muchas empresas en la argentina que utilizan la “experiencia” para sobrevivir, pero no acostumbran a crear valor para poder inventarse a sí mismas. Si bien la experiencia es importante porque reduce el costo de la curva de aprendizaje, esta condición es necesaria pero no suficiente para lograr que una empresa pueda romper su estructura actual para desarrollarse.
Hay algunos conocidos que también confunden “crecimiento” con desarrollo, y creen que el tamaño hace a una empresa más dinámica, flexible y rentable en el tiempo.
Esto es de lo que el consultor sabe y para lo que se prepara, no necesariamente para saber al mínimo detalle el negocio de su cliente. El consultor es la herramienta que el cliente posee para poder generar valor agregado a su empresa, para poder direccionar sus recursos con el “mínimo costo estructural posible” y el máximo aprovechamiento de las capacidades cualitativas de su organización”.
Cuando hablamos de costo mínimo estructural posible, no estamos hablando de reducir los gastos de oficina y dejar sin te o mate cocido al personal, sino de evitar tomar decisiones en mercados o actividades que podrían generar costos incrementales importantes que pongan en riesgo los fondos autogenerados de la empresa, que puedan encontrar un diseño organizacional sustentable en el tiempo que le permita sortear las crisis y aprender de ellas buscando las oportunidades por sobre los problemas que encierran.
Cuando hablamos del máximo aprovechamiento de las capacidades cualitativas de la organización, estamos diciendo que el aporte motivacional de la gente afectada a su trabajo, genera un porcentaje muy importante de las utilidades del ente.
Muchas veces un consultor se expone a los “dilemas organizacionales”. Hay personas que quieren certificar su opinión sobre un camino o estrategia tomada, y entonces busca al consultor para que éste lo apoye y “certifique” su decisión aunque pueda estar equivocada.
Como en todas las profesiones, encontraremos al consultor que dirá como algunos réferis en el fútbol, siga!...siga!....que no pasa nada, y otros que dirán NO!, así no se puede seguir jugando,.. aunque esto disguste a su cliente, a riesgo de perder la cuenta.
Existen personas convencidas del “camino a seguir”, y que pueden llegar a boicotear las sugerencias provistas por el consultor para que el resultado sea el contrario al buscado, y entonces se encuentre en potestad de decir,….”finalmente, yo tenía razón”. Esto se da en ciertas actitudes como por ejemplo el retacear la información, cajonear decisiones o no apoyarlas desde el punto de vista operativo.
Un dilema es un problema que tiene dos soluciones, ambas no totalmente satisfactorias o aceptables 100%.
Un dilema ya no organizacional sino ético, y de principios, se presenta cuando la actividad o el mercado al que el cliente pertenece no está bien, o denota signos de desgaste y desinversión, y el consultor pertenece a una ideología política o visión que es la que gobierna en la actualidad.
El consultor se encuentra ante el dilema de aconsejar seguir en el negocio o retirar la inversión o redefinirse, porque por un lado tiene la visión de la actualidad y sus números, y por el otro la pasión, la fe y la esperanza puestas en dicha ideología o visión. Tanto el consultor como el cliente son “sujetos”, por lo tanto existe una carga subjetiva que además es influida por las “creencias” que cada uno ha incorporado en la vida.
No es sencilla la tarea del consultor externo que debe trabajar con muchos problemas y sabe que necesita de la confianza de su cliente y de la voluntad y vocación de cambio para proponer soluciones de fondo.
Esta nota quisiera dedicarla a los colegas que trabajan silenciosamente para apoyar el trabajo en las pymes y las empresas de familia y que intentan realizar un aporte para que la Argentina sea una proveedora interminable de fuentes de trabajo e inversiones, a aquellos que dicen NO!, con todo lo que ellos significa, porque dignifican la profesión y la colocan por encima de los beneficios circunstanciales. Para aquellos que están por encima de las pasiones y las emociones y trabajan sobre la base de la objetividad buscada sobre la base de principios rectores y valores.Para terminar y sobre el chiste del comienzo, creo importante una reflexión final, un médico no siempre es llamado para actuar, pero muchas veces y gracias a Dios está donde debe estar para actuar por impulso de su vocación y salvar una vida ante una emergencia.
Diseñar, salvar, mejorar organizaciones y la calidad de vida de las personas que trabajan en ellas es una tarea vocacional apasionante, no siempre verdaderamente reconocida o valorada por la sociedad no tan solo en los términos de lo que significa los años de preparación y estudios, sino en lo que respecta a las cuestiones éticas y profesionales, y al prestigio que el profesional se juega cuando aconseja sobre un conjunto de recursos económicos y fundamentalmente “humanos”.
El pastor mira al señor unos minutos, se pone la mano sobre la barbilla y le dice,…. Ahora déjeme adivinar a mí, yo puedo saber cuál es su profesión….., inmediatamente el hombre con cierta mezcla de asombro y curiosidad dice, …..está bien, pero debe ser tan preciso como yo, usted ya sabe que soy un hombre instruido pero, ¿a que me dedico específicamente?,… el pastor espera unos segundos y le responde………… usted es un “consultor”…..El propietario de la 4 x 4, con claros gestos de desconcierto le dice, hombre….. tiene usted razón, pero ¡como se le ocurrió mencionar esta profesión?El pastor le contesta, fue muy sencillo, me di cuenta por 3 motivos, los consultores vienen sin que uno lo llame y en general saben poco o nada del negocio al que pretenden asesorar…..
Y el tercer motivo…………
Lo que está cargando en su camioneta no es una oveja,…es su propio perro……………Esta vieja humorada refleja lo que parece ser una paradoja, que se define como una idea opuesta a lo que se considera verdadero o a la opinión general, o una proposición en apariencia verdadera pero que conlleva a una contradicción lógica o situación que infringe el sentido común.
Lo cierto es que si bien hay parte de verdad en el chiste que acabo de reproducir, la consultoría no es de por sí una materia sencilla como muchos suponen.
En primer lugar, tener “experiencia” en un negocio no significa ser “exitoso”. Hay muchas empresas en la argentina que utilizan la “experiencia” para sobrevivir, pero no acostumbran a crear valor para poder inventarse a sí mismas. Si bien la experiencia es importante porque reduce el costo de la curva de aprendizaje, esta condición es necesaria pero no suficiente para lograr que una empresa pueda romper su estructura actual para desarrollarse.
Hay algunos conocidos que también confunden “crecimiento” con desarrollo, y creen que el tamaño hace a una empresa más dinámica, flexible y rentable en el tiempo.
Esto es de lo que el consultor sabe y para lo que se prepara, no necesariamente para saber al mínimo detalle el negocio de su cliente. El consultor es la herramienta que el cliente posee para poder generar valor agregado a su empresa, para poder direccionar sus recursos con el “mínimo costo estructural posible” y el máximo aprovechamiento de las capacidades cualitativas de su organización”.
Cuando hablamos de costo mínimo estructural posible, no estamos hablando de reducir los gastos de oficina y dejar sin te o mate cocido al personal, sino de evitar tomar decisiones en mercados o actividades que podrían generar costos incrementales importantes que pongan en riesgo los fondos autogenerados de la empresa, que puedan encontrar un diseño organizacional sustentable en el tiempo que le permita sortear las crisis y aprender de ellas buscando las oportunidades por sobre los problemas que encierran.
Cuando hablamos del máximo aprovechamiento de las capacidades cualitativas de la organización, estamos diciendo que el aporte motivacional de la gente afectada a su trabajo, genera un porcentaje muy importante de las utilidades del ente.
Muchas veces un consultor se expone a los “dilemas organizacionales”. Hay personas que quieren certificar su opinión sobre un camino o estrategia tomada, y entonces busca al consultor para que éste lo apoye y “certifique” su decisión aunque pueda estar equivocada.
Como en todas las profesiones, encontraremos al consultor que dirá como algunos réferis en el fútbol, siga!...siga!....que no pasa nada, y otros que dirán NO!, así no se puede seguir jugando,.. aunque esto disguste a su cliente, a riesgo de perder la cuenta.
Existen personas convencidas del “camino a seguir”, y que pueden llegar a boicotear las sugerencias provistas por el consultor para que el resultado sea el contrario al buscado, y entonces se encuentre en potestad de decir,….”finalmente, yo tenía razón”. Esto se da en ciertas actitudes como por ejemplo el retacear la información, cajonear decisiones o no apoyarlas desde el punto de vista operativo.
Un dilema es un problema que tiene dos soluciones, ambas no totalmente satisfactorias o aceptables 100%.
Un dilema ya no organizacional sino ético, y de principios, se presenta cuando la actividad o el mercado al que el cliente pertenece no está bien, o denota signos de desgaste y desinversión, y el consultor pertenece a una ideología política o visión que es la que gobierna en la actualidad.
El consultor se encuentra ante el dilema de aconsejar seguir en el negocio o retirar la inversión o redefinirse, porque por un lado tiene la visión de la actualidad y sus números, y por el otro la pasión, la fe y la esperanza puestas en dicha ideología o visión. Tanto el consultor como el cliente son “sujetos”, por lo tanto existe una carga subjetiva que además es influida por las “creencias” que cada uno ha incorporado en la vida.
No es sencilla la tarea del consultor externo que debe trabajar con muchos problemas y sabe que necesita de la confianza de su cliente y de la voluntad y vocación de cambio para proponer soluciones de fondo.
Esta nota quisiera dedicarla a los colegas que trabajan silenciosamente para apoyar el trabajo en las pymes y las empresas de familia y que intentan realizar un aporte para que la Argentina sea una proveedora interminable de fuentes de trabajo e inversiones, a aquellos que dicen NO!, con todo lo que ellos significa, porque dignifican la profesión y la colocan por encima de los beneficios circunstanciales. Para aquellos que están por encima de las pasiones y las emociones y trabajan sobre la base de la objetividad buscada sobre la base de principios rectores y valores.Para terminar y sobre el chiste del comienzo, creo importante una reflexión final, un médico no siempre es llamado para actuar, pero muchas veces y gracias a Dios está donde debe estar para actuar por impulso de su vocación y salvar una vida ante una emergencia.
Diseñar, salvar, mejorar organizaciones y la calidad de vida de las personas que trabajan en ellas es una tarea vocacional apasionante, no siempre verdaderamente reconocida o valorada por la sociedad no tan solo en los términos de lo que significa los años de preparación y estudios, sino en lo que respecta a las cuestiones éticas y profesionales, y al prestigio que el profesional se juega cuando aconseja sobre un conjunto de recursos económicos y fundamentalmente “humanos”.
El equipo dorbaires.-
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