Existen algunas barreras para formar organizaciones
sustentables. En buena parte de la gente existe una creencia muy arraigada, “la
falta de recursos”.
Existen dos mundos empresariales muy diferentes. El
mundo de las cosas tangibles y el mundo de las intangibles.
Dentro del mundo tangible, lo único que cuentan son los recursos, y
éstos son considerados como tales, “recursos”. Es así como se los suele
denominar, recursos económicos, financieros, naturales, humanos.
El término recurso es muy interesante porque tiene
diferentes significados. Consultando al diccionario de la real academia
española encontramos entre otras definiciones las siguientes:
- Medio de cualquier clase que, en caso de necesidad, sirve para conseguir lo que se pretende.
- Bienes, medios de subsistencia.
En el mundo de lo
tangible, los recursos, sean estos bienes o personas, sirven para “producir
algo”, para “obtener algo”.
Es lógico, y
hasta suele parecer “normal” que si un recurso sirve para obtener algo, sea “transformado
y trabajado” para tal fin.
Cuando hablamos
de “personas”, las cosas se ven un tanto más complejas. El proceso de
formación, inducción y coordinación formaría parte del sistema de puesta a
punto de los “recursos humanos” para obtener los productos y servicios que una
empresa suele comercializar para obtener beneficios, rentabilidad.
En este mundo,
los mecanismos que cuidan de los recursos pueden ser tanto internos (toma de
conciencia por parte de las autoridades de la empresa), como externos (una ley
de relaciones laborales y/o de contratos de trabajo).
En general en
este mundo lo que las personas en puestos directivos suelen ver es el producido
de las actividades “operativas” que los recursos humanos ofrecen en el día a
día.
Las evaluaciones,
las capacitaciones, las directivas y decisiones se encuentran enfocadas sobre este aspecto,
al igual que el sistema de combinación de factores y el motivacional.
Todo se orienta
hacia la producción “operativa”.
En el mundo de lo
intangible, las cosas se ven muy diferentes.
En primer lugar,
el recurso con que cuenta el emprendedor y el empresario, incluso el directivo,
es solo una porción minúscula del todo, la más importante en términos
relativos. El cerebro.
El cerebro
humano, que pesa aproximadamente un kilo y medio, representa en relación al
peso medio de un ser humano (hombre / mujer), un 2,3%.
En ese 2,3% del
total trabajan los 50 a 100 mil millones de neuronas que generan las
actividades tanto operativas como creativas e innovadoras.
Entendiendo
entonces que un ser humano es creativo por naturaleza, porque la creatividad es
una potencialidad, a los habitantes del mundo de lo intangible, jamás se les
ocurriría despreciar la inteligencia lateral tanto individual como grupal.
En este mundo, a
las personas se las entrena para pensar y no para reaccionar. En este mundo está
prohibido descartar a una persona por su edad biológica, puesto que esto sería
sencillamente un acto propio de la ignorancia mas calificada.
En este mundo los
bienes y servicios son la consecuencia de procesos de pensamiento, no de
procesos productivos. Son la conclusión de plantear el futuro partiendo del
presente y no al revés como en el mundo de lo tangible.
En el mundo de lo
intangible, el concepto de equipos, se mantiene para procesar uno superior, el
de redes, porque una red tiene la capacidad de multiplicarse. Aquí la
definición de equipo rescata el valor proporcional y relativo de todos sus
integrantes en base a sus conocimientos presentes y futuros, por ello la edad
biológica no podría ser utilizada como unidad de medida. Es la capacidad de
acumular conocimientos, experiencias y sabiduría la fuente generadora de
riquezas, y es obvio que la sabiduría proviene de haber experimentado y
aprendido de múltiples situaciones. El mundo de lo intangible se rige por el de
las competencias en el cual el factor tiempo, juega su rol.
Una organización
sustentable entonces es aquella que en principio ha aprendido a valorar el mundo de lo
intangible porque es aquel que puede manejar con mayor grado de eficiencia el
tangible.
Organización
tradicional: mundo tangible - empuja al intangible al pensamiento lineal.
Organización
sustentable: mundo intangible - se acopla con el tangible - busca respuestas laterales.
En una organización
sustentable es natural gestionar la inteligencia a través de torbellinos de
ideas, de actividades conjuntas que den a luz a proyectos que necesitarán de
recursos tangibles para su ejecución.
En una
organización tradicional, los problemas de recursos tangibles representados en
caída de ventas, reajustes de costos de importación o locales, conflictos
sindicales, sectoriales, obligan a la empresa a buscar soluciones de apuro en
el mundo de lo intangible, quien al no estar debidamente ejercitado solo puede encontrar respuestas en el primero (despidos, reducción de precios, venta de maquinarias, etc.)
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