Sabemos
que abrir un comercio no es sencillo, y menos formar una empresa. Se necesitan
muchas cosas, algunas son innatas de la persona o grupo de personas que
emprenden como la constancia, el equilibrio, la persistencia, el optimismo,
pero estas son cualidades. Existe un grupo de elementos que tienen que ver con
dos aspectos críticos, su “organización”
y la “asistencia” al proyecto.
Es importante destacar que
difícilmente haya oportunidades laborales si no se crean empresas, y si éstas,
no tienen las características de “Sustentables”.
La sustentabilidad es un elemento
central para el futuro. En países subdesarrollados, los emprendimientos que nacen
como proyectos de familia, no tienen el apoyo adecuado, y buena parte de los
que logran mantenerse a flote, se transforman en proyectos de subsistencia.
Las estadísticas son abrumadoras.
Los fracasos en Pymes en diferentes países del mundo, van desde el 60% al 90%
dentro de los primeros 5 años de vida. En algunas regiones de la
Argentina, de cada 6 empresas familiares
solo 1 sobrevive a la tercera generación.
Quiero destacar un punto antes de
seguir adelante. “Cualquier proyecto de
inversión que genere actividad económica, de por sí es meritorio, y vale la
pena su intento”, pero tenemos que tener en claro que una región, en
definitiva, un país, se verá altamente beneficiado si considera a la creación
de organizaciones sustentables como una cuestión de estado.
Una empresa de esta naturaleza tiene
algunas características importantes a saber:
ü
Es una empresa dinámica, formada para crear
puestos de trabajo.
ü
Despliega sus operaciones sin descuidar los
efectos sobre el medio ambiente.
ü
El hombre, no es un recurso mas, es un valor
central. En torno a él se desarrollan las políticas a seguir.
ü
Exige responsabilidad en las formas de obtener
su rentabilidad.
Los grandes números de la economía
se forman de las actividades que llevan adelante los agentes económicos, y las
organizaciones son de vital importancia para ello. La Argentina y sus regiones,
necesitan de empresas que no tan solo puedan trabajar en el mercado local o
exportar, sino también puedan “radicar sucursales en el exterior”.
Aquí les dejo una lista de puntos a
tomar en cuenta para poder conformar una organización sustentable.
1. Tener
en cuenta que una idea, no es un proyecto. Un proyecto se basa en números,
estos números (demanda, oferta, costos, precios, etc.) deben poder ser
proyectados dentro de un plan de negocios.
2. Saber
que el proyecto es viable, no tan solo desde lo económico – financiero, sino
también desde lo legal (puede que en la zona en donde queramos llevar adelante
el mismo, no se permita la instalación de fábricas o la construcción de torres,
o hacer perforaciones, extracciones, etc.)
3. Hay
que formar equipos de trabajo. “Uno, sencillamente no puede hacerlo todo”.
4. El
asesoramiento profesional es esencial para darle al emprendimiento, la
estructura que le permita crecer y desarrollarse. (Entender por ejemplo, cual
es la constitución jurídica más razonable para los primeros años)
5. Acceso
al crédito y formas de pago. El crédito es importante en la medida que se tenga
bien en claro, en que invertir, y
fundamentalmente que se pueda pagar. Para emprendedores, el crédito
debería ser concedido con plazos de gracia de 18 meses como mínimo. Es decir,
contar con el capital y pagar la primera cuota en el mes 19.
6. Proceso
de Coaching en los tres años iniciales. Si bien es deseable contar con períodos
más prolongados, los tres primeros años son vitales para que el emprendedor no
baje los brazos ante adversidades y dudas que puedan surgir producto de sus
conflictos personales o coyunturas económicas que afecten la actividad que
desarrolla.
7. Proceso
de mentoring. Desde el inicio, tener un tutor (mentor) que ha desarrollado una empresa
con éxito en el mismo rubro, y que puede indicar el camino, es muy importante.
8. Profesionalizar
las actividades. A medida que el proyecto se va consolidando, se irá
requiriendo de las personas que sumen conocimientos con valor agregado, y que
puedan ir suplantando al mentor (personas que destaquen en comercio exterior, en
recursos humanos, que sepan y puedan pensar estratégicamente, etc.).
9. Acceder
a programas regionales o gubernamentales que apoyen la actividad, sea regulando
el impacto impositivo para aquellos proyectos en marcha (la presión fiscal no
puede ser la misma para una empresa consolidada que para una start up), o
trabajando en un plan de medios (publicidad – promoción de actividades), o en
la organización de ferias y exposiciones, etc.
10. Jerarquización
del management. No tan solo se debe profesionalizar la gestión operativa o los
cuadros medios o gerenciales. Es sumamente importante que los fundadores,
puedan estar preparados para mudar los viejos paradigmas y modelos mentales de
forma tal de acompañar los procesos de cambio y crecimiento de la empresa. Esto
va desde aprender a delegar, hasta formar alianzas estratégicas para vender
productos, o para armar grupos de compras para bajar costos de producción,
hasta entender el concepto de capital humano, etc.
Lic. Claudio M. Pizzi
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