¿Qué es la inflación?, ¿una bendición o una condena?, ¿Cómo se genera?,
¿Por qué se tolera?, ¿Cuáles son las perspectivas para la Argentina?, ¿afecta
al desarrollo de un país?
Seguramente son preguntas que usted como emprendedor, estudiante,
empresario, profesional se hará. Vamos a las respuestas entonces.
La inflación
es definida como el alza sostenida de los precios,
tanto de bienes como de servicios, en relación a una moneda determinada, en
nuestro caso, el peso. El efecto que produce es la pérdida del poder
adquisitivo de los consumidores, y este se mide a través del ICP o índice de
precios al consumidor. Este indicador, debe ser representativo y comparable
(debe establecerse para medir un período de tiempo). Es un índice que se
utiliza para actualizar deudas y precios.
La inflación
es un fenómeno multi-causa, esto
significa que no existe una única razón que la provoque. La teoría define
algunos tipos como la inflación de demanda (la demanda general es mayor a la
oferta - se excede la cantidad de bienes producidos). La de costos, empujada
por los precios de ciertas materias primas base como petróleo o mano de obra.
La inflación basada en expectativas, soportada
en procesos de ajuste salarios – precios (Para compensar lo que se piensa podrá
ocurrir, los “futuros costos proyectados” se trasladan a los precios). La
inflación monetaria y las consecuencias de la emisión de dinero. (Se genera
inflación cuando el incremento de la “oferta monetaria”, la cantidad de
billetes en circulación, supera a la demanda de la gente, cuando el incremento
de la masa monetaria supera a su demanda).
Una aclaración importante: Recordemos que cuando hablamos de producción,
hablamos de bienes y servicios. Ambos conceptos pueden generarla. En el caso de
los servicios, a través del ajuste de las tarifas públicas por ejemplo.
Entonces, un aumento tanto de la demanda interna, vía incremento de
salarios y gastos, como de la externa (aumento de las exportaciones), generan
inflación al no ser acompañado por la oferta. La inflación entonces puede
producirse en contextos de crecimiento económico (a mayor demanda de bienes,
mayor precio), y también puede deberse al manejo de las variables
macroeconómicas que realizan los bancos centrales de los países, sea aumentando
la base monetaria (el circulante en la economía es mayor que el que la gente
necesita, lo explicado) y a través de la regulación de la tasa de interés. Una
disminución de la tasa, genera un aumento del consumo, y aumento de la
inflación, así como el alza, reduce los préstamos, lo que reduce el consumo y
baja la inflación (la gente ahorra en vez de consumir tentada por la renta
financiera).
Si bien para
la sociedad puede ser una condena, muchas
veces para los gobiernos puede resultar una especie de bendición de corto - mediano plazo dado que la inflación, genera
un aumento en la recaudación de impuestos. Las alícuotas se aplican sobre
precios más elevados. Existe una correlación entre tasa de inflación – tasa de
crecimiento – aumento de la recaudación. La forma en que los gobiernos pueden
financiar sus déficits son dos: endeudamiento o emisión. El endeudamiento
genera pago de intereses y la emisión, inflación.
La hiperinflación se caracteriza por tasas elevadas, algunos las sitúan
en iguales o mayores al 50% mensual. Una tasa de inflación razonable y
manejable, es de unos pocos puntos anuales. Se dice que cuando la inflación es
de “dos dígitos”, ésta se vuelve nociva para la salud de la economía.
Una baja tasa de inflación, mejora los costos de oportunidad del dinero
porque a menores tasas de interés, menor es el costo de mantener efectivo,
menor es la distorsión en la asignación de los recursos, “menor” es el efecto
“dolarización”. La baja inflación incentiva el uso de moneda local por sobre la
extranjera (la gente opta por el dólar para preservar el poder adquisitivo de su
dinero).
Reduce la incertidumbre económica, mejora los niveles de inversión por
cuanto hay mejores controles, previsibilidad y manejo de los plazos. Con
estabilidad, se puede planificar y generar contratos a largo plazo. Esto
favorece a las políticas de gastos de las empresas, e incluso a su competencia,
porque al reducirse la posibilidad de incrementar los precios, disminuyen los
márgenes de ganancias y esto obliga a las firmas a generar mejores niveles de
competitividad. Esto globalmente contribuye al crecimiento de un país.
La inflación puede favorecer a algunos ciudadanos en detrimento de
otros, o a algunos ciudadanos en casos específicos. Un gremio fuerte puede
conseguir ajustes salariales por encima del ICP y beneficiar a sus
trabajadores. Una persona que ha conseguido obtener un préstamo a tasa fija
puede favorecerse por la inflación pagando muy poco al final del período
establecido. No todos los empleados y trabajadores cuentan con gremios capaces
de conseguir aumentos salariales importantes. Buena parte de la población laboral
activa no se encuentra sindicalizada (comerciantes, profesionales
independientes, fuerzas de seguridad, etc.)
Algunos países han pretendido controlar la inflación utilizando ajustes
excesivos. Los cuales traen aparejados consecuencias muy duras para las
sociedades. Otros en cambio han pretendido utilizar sistemas de controles de
precios y salarios.
El control de precios en un proceso de aumento de costos de producción,
genera naturalmente escasez de productos y servicios (desabastecimiento). La
contramedida que algunos gobiernos utilizan son los subsidios, con la idea de
mantener cierto margen de ganancia y sostenimiento de la actividad. Esto genera
aumento del gasto público y emisión monetaria, lo que termina consolidando la
inflación.
¿La
inflación, finalmente, afecta el desarrollo del país?, si lo afecta, y lo hace
negativamente. Debemos recordar que existen grupos sociales excluidos del
mecanismo de ajuste salarial y otros incluidos que no logran con el ajuste
mantener su poder adquisitivo, como los jubilados. Las cláusulas de revisión salarial se validan una vez
al año. Las personas de menores ingresos tienen menos mecanismos de defensa contra la
inflación, en lo que respecta a la preservación de sus ahorros. Una tasa de inflación
creciente implica una redistribución del ingreso en sentido contrario a la
población más frágil. Muchas personas desconocen el criterio con el cual se
mide su poder adquisitivo y creen que los aumentos “nominales” son gestos
positivos para su bolsillo, sin embargo, el poder adquisitivo se calcula sobre
la base de adquisición de bienes. Cuantos metros, kilos, litros de un producto
se podía adquirir un año atrás respecto del actual, tomando como base el
salario percibido.
Muchas veces nos preguntamos que ocurre en países
desarrollados con buenos estándares de vida, es decir, países con desarrollo
económico y social. Veamos algunos ejemplos:
Inflación – índice de deflación del PIB (% anual) -
La
inflación, medida según la tasa de crecimiento anual del deflactor implícito
del PIB, muestra la tasa de variación de precios en la economía en general. El
deflactor implícito del PIB es el cociente entre el PIB en moneda local a
precios corrientes y el PIB en moneda local a precios constantes. Datos sobre
las cuentas nacionales del Banco Mundial y archivos de datos sobre cuentas
nacionales de la OCDE. Fuentes Indicadores del desarrollo mundial
En el cuadro anterior, tomando el período 1961 – 2011,
se consignó la inflación promedio de los países de la muestra. Aquí se puede apreciar claramente que se
puede lograr un desarrollo sostenible y excelente calidad de vida para los
ciudadanos con bajas tasas de inflación. Nuestra historia nos coloca en una
posición incómoda, siendo uno de los países con más alta tasa de inflación
promedio del mundo.
La conclusión final es sencilla. Debemos aprender a
desarrollarnos buscando una estrategia de crecimiento sin inflación porque
todos sabemos lo que sus efectos generan en el mediano y largo plazo tanto para
los individuos como para las empresas. La inflación es considerada un impuesto,
se la conoce como “el impuesto de los pobres”, una afirmación muy difícil de
rebatir.
Un informe de la Universidad Di Tella prevé para el
2013 un aumento de precios de entre un 31,9% y un 33,4%, un dato para alimentar
el promedio y complicar aún más la situación económica y social general. El año
recién comienza y el gobierno argentino, tiene posibilidades de realizar
cambios sobre los restantes 9 meses del año. Un desafío por demás complejo.
Lic. Claudio M. Pizzi
Director
www.dorbaires.com
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