Un líder se caracteriza, entre otras cosas, en que es capaz de mediar y resolver un conflicto entre personas de forma satisfactoria; y que, una vez el conflicto ha sido resuelto, ha conseguido que la relación entre las personas que han participado en el conflicto haya progresado a mejor.
Pues bien, en esta entrada vamos
a tratar acerca del complicado cometido de mediar en la resolución de
conflictos interpersonales.
Los conflictos son parte
de nuestra vida y una gran fuente de aprendizaje. Tener
conflictos significa estar vivo, y lo saludable es aprender a manejarlos,
principalmente porque algunos son inevitables.
Lo que sí es evitable
son las consecuencias negativas de los mismos, todos tenemos recursos internos
e innatos que nos dotan de capacidad para abordarlos, (el ser humano sobrevive
gracias a ellos) si bien es cierto que las estrategias útiles “se aprenden“.
Si miras en tu entorno
quizás veas que los adultos con los que has crecido tampoco tienen estas
habilidades siendo por eso probable que no hayas tenido un modelo adecuado
que te sirva. Las consecuencias de esto pueden ser: que no sepas abordar las
dificultades que surgen en las relaciones personales, y que debido a esto te de
miedo dar tus opiniones, evites discutir…, o por otro lado no sepas dar tu
opinión sin imponerla…, tengas dificultad para ceder y ponerte en el lugar del
otro... etc.
A nivel global las
herramientas necesarias para afrontar las diferencias con los otros serian: confianza en uno mismo
y en los demás, lo que se traduce en creer que se puede hacer algo y asertividad o
lo que es lo mismo, conocimiento de las habilidades sociales eficaces y
adecuadas para cubrir tus necesidades desde el respeto hacia ti mismo y hacia
el otro.
Las emociones básicas
que se experimentan cuando se vive un conflicto son la rabia, la tristeza y
el miedo. A veces de forma independiente y otras todas a la vez. El camino de
la resolución de conflictos no es otra cosa que la expresión adecuada de estas
emociones, la escucha de las de los demás y la búsqueda de alternativas
válidas para los miembros que experimentan el conflicto.
Pasos
a seguir:
En primer lugar:
Reconocer y aceptar las propias emociones.
Identificar y respetar las emociones de los demás.
Este punto nos llevaría a reflexionar sobre cuál de mis necesidades
no se han satisfecho en una situación determinada y me ha llevado a
experimentar tristeza, miedo o rabia.
Viendo a su vez que a los demás si se enfadan o
duelen también les sucede lo mismo, alguna de sus necesidades no se habrán
cubierto: reconocimiento, atención, justicia…etc.
Los seres humanos
tenemos todos las mismas necesidades “no lo olvides”.
Segundo paso:
Identificar los
pensamientos que genero ante los problemas, aquí nos podremos decantar hacia
dos vertientes:
Dejar de
buscar culpables y describir:
– Expresar lo que yo he
vivido.
– Expresar como lo he
interpretado.
– Expresar como me he
sentido.
– Expresar que me
hubiera gustado que pasara , proponiendo cambios para el futuro.
Escuchar al
otro:
– Lo que vivió.
– Cómo lo interpretó,
sus intenciones reales.
– Cómo se sintió.
– Que le hubiera gustado
que sucediera , y sus propuestas para el futuro Probablemente esto me ayude a
ver aspectos que no veía desde mi posición y postura y me ayuden a cambiar la
interpretación de los hechos o por lo menos a ver otras vertientes y con ello a
cambiar mi emoción y mi comportamiento.
Consejos
para comunicar
A la hora de hablar para
resolver el conflicto ten en cuenta lo siguiente:
1 Cuida la comunicación no verbal: mira a los ojoscuando
hables, muéstrate próximo. Haz una petición no una exigencia a la hora de
cubrir tus necesidades.Piensa que tienes respeto por el otro y empuja a la
cooperación.
Haz preguntas y sugerencias, no acusaciones. con
estosolo se consiguen actitudes de ataque y defensa que impiden llegar a
soluciones.
No adivines el pensamiento del otro. Pregúntale – Habla de lo que el otro hizo, no de lo que es. El objetivo es cambiar conductas y una etiqueta nunca lleva al cambio.
Céntrate en el tema que se esté tratando durante la discusión. No saques a relucir temas pasados.
Plantea los problemas, no los acumules. El resentimiento te hará explotar en el momento menos oportuno.
Escucha al otro cuando habla, no lo interrumpas.
Acepta las responsabilidades propias. No le eches toda la culpa al otro.
Ofrece soluciones. Trata de llegar a un acuerdo.
Haz ver al otro que lo has entendido, repitiéndole alguna frase del discurso que refleje sus peticiones y sobre todo destaca aquello en lo que estéis de acuerdo o penséis de la misma forma. Expresa también lo que te agrada del otro.
Evita la crítica inadecuada, comentarios negativos, el sarcasmo o la ironía, esto solo responde al deseo de castigar al otro o de humillarle, es una venganza, no una búsqueda de soluciones.
Pregunta al otro que puedes hacer para mejorar las cosas.
Interésate por las actividades del otro.
Busca un ambiente adecuado que facilite el hablar: tranquilidad, intimidad, y que sean espacio neutral.
No adivines el pensamiento del otro. Pregúntale – Habla de lo que el otro hizo, no de lo que es. El objetivo es cambiar conductas y una etiqueta nunca lleva al cambio.
Céntrate en el tema que se esté tratando durante la discusión. No saques a relucir temas pasados.
Plantea los problemas, no los acumules. El resentimiento te hará explotar en el momento menos oportuno.
Escucha al otro cuando habla, no lo interrumpas.
Acepta las responsabilidades propias. No le eches toda la culpa al otro.
Ofrece soluciones. Trata de llegar a un acuerdo.
Haz ver al otro que lo has entendido, repitiéndole alguna frase del discurso que refleje sus peticiones y sobre todo destaca aquello en lo que estéis de acuerdo o penséis de la misma forma. Expresa también lo que te agrada del otro.
Evita la crítica inadecuada, comentarios negativos, el sarcasmo o la ironía, esto solo responde al deseo de castigar al otro o de humillarle, es una venganza, no una búsqueda de soluciones.
Pregunta al otro que puedes hacer para mejorar las cosas.
Interésate por las actividades del otro.
Busca un ambiente adecuado que facilite el hablar: tranquilidad, intimidad, y que sean espacio neutral.
Destrezas
necesarias
Las doce destrezas que
resultan necesarias a efectos de poder interceder en los conflictos
interpersonales son las siguientes:
1. La Perspectiva de
Ganar/Ganar:
Identifique los cambios
de actitud para respetar las necesidades de todas las partes.
2. Respuesta Creativa:
Transforme los problemas
en oportunidades creativas.
3. Empatía:
Desarrolle herramientas
de comunicación para construir enlaces. Use el escuchar cuidadosamente para
clarificar su comprensión de lo expuesto.
4. Asertividad
Apropiada:
Aplique estrategias para
atacar al problema, no a la persona.
5. Poder Cooperativo:
Elimine el “poder sobre”
para construir el “poder con” otros.
6. Gestión de las
Emociones:
Exprese miedos, coraje,
dolor y frustraciones sabiamente para conseguir un cambio.
7. Disposición para
Resolver:
Nombre situaciones
personales que nublan la pintura.
8. Bosquejo del
Conflicto:
Defina las situaciones
necesarias para enmarcar necesidades y preocupaciones comunes.
9. Desarrollo de
Opciones:
Diseñe soluciones
creativas en conjunto.
10. Introducción de la
Negociación:
Planifique y aplique
estrategias efectivas para llegar a acuerdos.
11. Introducción a la
Mediación:
Ayude a las partes en
conflicto a moverse hacia soluciones.
12. Ampliando
Perspectivas:
Evalúe el problema en su
contexto más amplio.
Carlos
L. Marco Ortega
Logistics and Assembly Manager en Grupo Plastic
Valencia y alrededores,
España. Ingeniería industrial o mecánica
Actual: Grupo Plastic, Excellence Management
http://manuelgross.bligoo.com/20150927-los-14-consejos-y-12-destrezas-necesarias-para-la-resolucion-de-conflictos
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