El
contenido es el rey. La estrategia es la reina. La conversión es la princesa.
El contexto es el reino. El Branding es todo.
“El
consumo de contenidos está haciendo que las empresas asuman que sólo hablar de
un producto o servicio no crea el interés necesario para crear influencia.”
El mundo se ha vuelto
móvil. Con millones de teléfonos inteligentes y dispositivos conectados, la
gente espera encontrar en Internet lo que está buscando en cuestión de segundos
- y por lo general lo hacen. También en Internet, la gente recibe lo que es
bueno, aunque no lo busque. Lo que genera la necesidad de búsqueda se llama
contenido.
El fenómeno aún es incipiente, pero las marcas ya asumen que el contenido de calidad no tiene que ir a la gente, sino que hace que la gente vaya a él.
Es muy importante en este mercado cada vez más competitivo que los clientes, o potenciales clientes puedan conseguir la información correcta, en el momento adecuado – si esto no sucede, esta persona encontrará a su competencia. Y esto es algo que no le gusta a ninguna marca.
Todas las marcas nos quieren decir algo, para vendernos algo. El umbral de atención baja cada vez más y la polución visual se incrementa proporcionalmente. Hay ruido, mucho ruido y poca capacidad de atención por parte de la gente lo que hace que la demanda de contenido de calidad sea esencial. No habrá marketing eficaz, sin buen contenido. Y sin una buena estrategia de contenidos.
Así que cuando su contenido lucha por la atención de una sola persona tiene que intentar evitar ser parte de ese ruido. Pero ¿Cómo?
La sociedad Smartphone tal y como la conocemos sigue redibujando el escenario de las relaciones entre personas, marcas, medios, el mundo. Las cada vez menos pequeñas pantallas enmarcan nuestra nueva realidad.
El promedio de atención del consumidor es de menos de ocho segundos. Así que no sólo es necesario llamar su atención, sino es fundamental mantenerlo y decirles todo lo que necesitan saber en ocho segundos o menos.
En los últimos años
ya no alcanza con buenos textos, las fotos se impusieron para marcar verdaderas
diferencias en cuanto a impacto.
Si tres de los 20 contenidos que usted ve ofrecen una imagen atractiva, sexy, original, todos tenemos claro en donde se focalizará su atención primero.
Supongamos que la mayoría de la gente sólo conserva alrededor de 10 a 20 por ciento de la información que leen. ¿Cuánto se puede decir en un tuit para que el 10 por ciento de ese tuit se recuerde? Eso es probablemente sólo cuatro palabras.
Añadir una imagen para ese mismo tuit, hará que la persona que lo vea recuerde cerca del 30 por ciento del texto de la misma. Una buena imagen refuerza y transmite su mensaje de marca de manera más natural y humana. Atraer la atención de la gente, despertar su memoria y provocar las ganas de compartir es parte de un nuevo modo de comprender el ciclo del contenido.
No sólo son eficaces las imágenes para llamar la atención hacia su contenido sino que también ayuda a que la gente conserve su mensaje.
En este mundo de vértigo en el que viven las marcas por atraer la atención de los consumidores, las personas ya casi no se toman el tiempo para detenerse y leer. Ellos necesitan absorber los mensajes de manera natural, como si fueran parte del aire que respiran, con el menor esfuerzo posible.
Nuestro cerebro está diseñado así. La publicidad y el marketing se encuentran con la ciencia.
¿Cuantas empresas se plantean seriamente la efectividad del mensaje que están enviando sin hacerse trampas a sí mismos en las reuniones internas?
Pero, en las empresas de preguntan ¿Hacia dónde va esta tendencia?
Pareciera que aquella
máxima de que ya no es una lucha de grandes contra pequeños, sino de rápidos
contra lentos aplica a la perfección. Mientras muchas marcas empiezan a
plantearse utilizar imágenes como parte de su estrategia de contenido, pronto
pueden no ser lo suficientemente eficaces.
Empezamos a vislumbrar que la búsqueda, una imagen por sí sola no es suficiente para mantener su enfoque. Las marcas, y las personas empiezan a necesitar más. Ese más se llama vídeo.
El 90% del streaming de internet en breve será video y para el año 2016, 1.2 millones de minutos de vídeo -el equivalente a 833 días o más de dos años- cruzarán Internet cada segundo.
El vídeo es una gran manera de contar su historia y captar la atención de los espectadores en las redes sociales y más allá. Lo audiovisual ayuda a los clientes a retener más su mensaje. A la vez que no le exige el trabajo de la lectura. A lo visual y el audio, los clientes y potenciales clientes pueden ver y escuchar su contenido pudiendo subir la tasa de recordación al 70 por ciento. Si consideramos que solo se retiene el 10 por ciento con el texto solo, no estar ya en video es no haber comprendido el futuro.
Empezamos a vislumbrar que la búsqueda, una imagen por sí sola no es suficiente para mantener su enfoque. Las marcas, y las personas empiezan a necesitar más. Ese más se llama vídeo.
El 90% del streaming de internet en breve será video y para el año 2016, 1.2 millones de minutos de vídeo -el equivalente a 833 días o más de dos años- cruzarán Internet cada segundo.
El vídeo es una gran manera de contar su historia y captar la atención de los espectadores en las redes sociales y más allá. Lo audiovisual ayuda a los clientes a retener más su mensaje. A la vez que no le exige el trabajo de la lectura. A lo visual y el audio, los clientes y potenciales clientes pueden ver y escuchar su contenido pudiendo subir la tasa de recordación al 70 por ciento. Si consideramos que solo se retiene el 10 por ciento con el texto solo, no estar ya en video es no haber comprendido el futuro.
Pero el vídeo se enfrenta, también, como las fotos y los textos a muchos de los mismos desafíos, sobretodo a la reducción de la capacidad de atención de lo gente.
La gente no quiere que tu contenido los interrumpa cuando están viendo algo interesante. Haz de tu contenido algo en lo que la gente se interese.
En el pasado reciente lo que se podía compartir en YouTube en un video de dos minutos ahora debería no superar los 30 segundos. Y aunque no hay verdades absolutas en el campo de la comunicación y el contenido, si empiezan a confirmarse ciertas tendencias de hábitos y costumbres de consumo de las personas. Entre los datos relevantes su marca tiene menos de cinco segundos para captar y mantener la atención de las personas antes de que ellas elijan omitir e ignorar su anuncio.
Ya no alcanza con ganar la atención también hay que mantenerla. Antes se trataba del número de interacciones que realizabas, ahora también de la calidad de estas. De transformar tu contenido en interesante para las personas.
La advertencia aquí es que simplemente tener una foto, imagen o video no es suficiente. El contenido es parte de un compromiso, no de una campaña. Construir una marca es un compromiso progresivo con la gente. El buen contenido ya no le habla a la gente. Habla con la gente. Pon a la gente en centro de las historias. Haz de la persona el héroe de tu marca. El rey de tu historia.
El contenido es una relación a la largo plaza, basada en la confianza y la verdad. No busca retuits, likes, o pins, busca relaciones.
Si tienes suerte, la sola presencia puede ser suficiente para tirar de su atención por un breve, fugaz momento. Pero si quiere mantener su atención, tienes que ganártelo. Optimizando, integrando y socializando.
Simplemente añadiendo una foto o video no alcanza, la adición de valor refuerza su contenido, genera confianza y atrae al espectador en una mirada más cercana, cómplice. No busca decir lo que la marca es, lo demuestra.
Una vez que su marca se haya ganado la confianza de la gente, y sólo cuando genere valor real en el contenido va a encontrar el éxito.
Pero antes de seguir creando más contenido, planteate si este es consistente con tu marca, donde y como lo vas a compartir y que objetivos tienes. Haz de tu contenido una historia progresiva de tu marca. Y recuerda no interrumpir, sino atraer.
El cliente es el rey,
recuerda, pero el Branding es todo.
FUENTE:
Andy Stalman - http://www.tendencias21.net/branding/Haz-al-cliente-el-rey-de-tu-contenido_a152.html
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