Fácil de recordar, repetir y escribir en el
buscador son algunas de las premisas que permiten guiar la elección del nombre
de la empresa. Qué se debe tener en cuenta al pensar el logotipo. Por Omar Tiraboschi 09 de Octubre 2015
Empecemos
con el tema del nombre. ¿Es bueno que diga lo que hago en el nombre de mi
negocio? Si lo hace se mostrará como un especialista en algo, puede ser
beneficioso: crea un lugar muy concreto en la mente del público. Pero, también,
puede encasillarlo en algo. Si un día quiere ofrecer o agregar otra cosa a lo
que mostró primero, puede ser imposible de variar para quien ya lo conoció como
especialista en eso.
Su nombre
tiene que ser fácil de recordar, repetir y de escribir en el buscador. El 80%
de las decisiones de compra se hacen por las recomendaciones que recibimos o
damos. Si su nombre no es fácil de recordar y repetir a los demás y de escribir
en el buscador se está creando dificultades. Analice al elegirlo si supera esas
pruebas.
¿Es bueno
ponerle mi nombre a lo que ofrezco? Si lo que
ofrece supone trato personalizado, o delicadeza de tema o que lo da a
domicilio, ponerle su nombre agrega valor, da respaldo y confianza para que lo
reciban en una casa.
¿Uso el
mismo nombre que funcionó aquí si hago negocios afuera? Es clave averiguar si ese nombre quiere decir lo mismo en el país donde
va. Las diferencias culturales pueden hacer que el mismo nombre no se entienda
en el nuevo lugar, o pierda fuerza aunque sea en el mismo idioma, o aunque se
escriba igual tenga un sentido diferente y hasta ofensivo, como
"exquisita": es elogioso aquí pero dudoso y hasta ofensivo en el
portugués que se habla en Brasil.
¿Los nombres
son para siempre? Los nombres se eligen en una circunstancia y en un
entorno cultural determinados. Si elige un nombre que tiene que ver con algo
que está de moda sea consciente que se puede poner viejo rápido. Pero, si lo
suyo es un evento de una vez sola, seguir una moda puede ser muy beneficioso.
El logo de
la empresa Cómo encargar un logotipo: es imprescindible que
haga esos "deberes" para que quien lo diseña tenga elementos
concretos para crear y se lleguen a resultados útiles para su emprendimiento.
- El encargo del logotipo es como un contrato: debe quedar por escrito para ambas partes, contratante y contratado, con la información que le marco más adelante y con las condiciones económicas, mecánica y plazos acordados.
- El encargo del logotipo es como un contrato: debe quedar por escrito para ambas partes, contratante y contratado, con la información que le marco más adelante y con las condiciones económicas, mecánica y plazos acordados.
- Quien lo
crea necesita mucha información sobre tu empresa. Sobre lo que hace, sobre el o
los públicos que tiene lo que usted hace y sobre el mercado donde se maneja.
- Defina qué imagen quiere que el público se forme de su empresa. El logotipo sólo no va a conseguir eso, todo lo que usted haga lo va a definir, pero el logotipo debe ser coherente con el resto de las manifestaciones. Por ejemplo: si quiere que sea vista como sólida pero tradicional tu logotipo no debe ser " vanguardista".
- Defina qué imagen quiere que el público se forme de su empresa. El logotipo sólo no va a conseguir eso, todo lo que usted haga lo va a definir, pero el logotipo debe ser coherente con el resto de las manifestaciones. Por ejemplo: si quiere que sea vista como sólida pero tradicional tu logotipo no debe ser " vanguardista".
- Muestre empresas y logotipos que admira
- Marque
todos los usos que va a tener el logotipo, en todos los elementos y formas de
reproducción en que se va a aplicar.
Y para
evaluar
- la hora de
evaluar, cada ítem que marqué más arriba se convierte en parámetro para
analizar las propuestas que le traen y decidir, en preguntas a responderse
sobre lo que le traen.
Y, además, pregúntese esto:
- ¿Se lee
rápido el logo, en cualquier entorno?
- ¿Es
recordable? ¿Se diferencia de los otros logotipos que hay en ese tema?
- Y tómese
un tiempo para dar una respuesta. Decidir sobre un logotipo crea muchas
expectativas y es preferible ponga un poco más de distancia para poder hacerlo
más convencido.
(*) Es consultor en Comunicación, publicitario y diseñador gráfico. Docente en UCA, UP, UADE y Universidad Austral. Con su carrera, ha hecho comunicación de firmas como Amex, Renault, Ford, Unilever, Pepsi y Sancor, entre otros. Es miembro del equipo de especialistas que dictan clases en el Instituto Pyme del Banco Ciudad. Banco Ciudad, a través del Instituto Pyme, ofrece cursos, talleres y programas ejecutivos a empresarios pymes y emprendedores. Más información: institutopyme@bancociudad.com.ar
FUENTE: El original de esta nota fue publicada por el suplemento Pyme de
El Cronista.
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