He estado explorando las realidades de las empresas PYMES en los
diferentes países del mundo. Me he detenido particularmente en Rusia porque
últimamente había estrechado lazos con la Argentina. El pueblo Ruso tiene
muchas similitudes con el argentino y el latinoamericano por cuanto ha tenido
que enfrentar muchos problemas a lo largo de su historia.
He ha interesado singularmente el cómo
emprendedores de diversas partes del mundo, luchan por organizarse y lograr
establecer sus empresas en medio de crisis nacionales e internacionales.
Los problemas financieros mundiales,
han afectado la demanda de productos, y por ende las exportaciones, es por eso
que una forma de ir reduciendo el impacto de este fenómeno, es crear un fuerte
mercado interno de consumo. Para ello es necesario crear organizaciones (oferta
de productos) y sostener demandantes que puedan tener capacidad de consumo.
Rusia se encuentra afectada por el
mismo problema que tenemos en Argentina. Para que un emprendimiento pueda
crecer hacen falta condiciones de desarrollo. Estas no tan solo tienen que ver
con la capacidad de consumo de los habitantes (mercado), sino también con las
regulaciones y el apoyo estatal.
IMÁGEN:
http://licpereyramele.blogspot.com.ar/2010/04/argentina-y-rusia.html
La reducción de gravámenes impositivos,
la eliminación de barreras administrativas, la ayuda financiera y la educación
continua en materia de gestión, son temas complementarios de elevada
importancia.
Si se dispone de mercado, y se despejan
los problemas de la burocracia estatal, un elemento adicional indispensable
para poder conectar al mundo de la producción con el mundo comercial (consumo)
es el crédito.
Existe un crédito comercial y uno
financiero. El comercial es aquel que fluye dentro del mercado, es aquel que se
utiliza para movilizar parte del capital de trabajo de una empresa. Es el crédito
que otorgan los proveedores. Una financiación en plazos de pago que no
contienen intereses tan elevados. Este crédito comercial ayudar a movilizar
parte del sistema productivo, pero solo representa una parte del problema.
El crédito financiero, es aquel que se
destina al auxilio de los medios de producción. El emprendedor lo necesita para
comprar maquinarias, vehículos, herramientas, para aumentar las instalaciones.
Es un crédito que depende de los bancos y las entidades financieras en general
aunque los gobiernos participan (a mi gusto, mucho menos de lo que deberían) a
través de bancos del estado y provinciales.
Tasas elevadas de interés atentan
contra la actualización de los llamados bienes de capital y esto significa en
el mediano y largo plazo, afectación de la productividad.
Un desarrollo del mercado interno de
consumo, es importante para empresas que en el corto plazo no pueden generar
vínculos firmes con la exportación, sin embargo, es importante que los
gobiernos puedan ayudar a las empresas a exportar. Debemos recordar que no
todas pueden vender en el mercado interno. Existen muchos productos que tienen
destino de exportación, comenzando con los agrícolas ganaderos.
Por último, debemos hablar de
“productividad”, un tema importante que debe ser abordado con suma preocupación
por los emprendedores y empresarios. El acceso a los mercados para cualquier
empresa, es una ventaja considerable, pero esta no podría mantenerse si no se
es productivo (eficaz y eficiente). Para lograrlo se necesita una mejor
educación y mejores empleos. Esto significa pasar de producir “comodities”,
productos primarios, a producir productos con valor agregado que puedan obtener
mejores precios de venta.
Estructuralmente, los gobiernos pueden
aportar mucho a este objetivo, apoyando la creación de parques industriales, el
acceso al llamado “capital semilla”, es decir, al capital que se necesita
para iniciar cualquier proyecto de inversión, el seguimiento a través de
sistemas de “incubación de empresas” (desarrollo de actividades para sostener
el crecimiento y desarrollo de las empresas guiándolas en la etapa de
introducción), el diferimiento del pago de impuestos y la regulaciones de los
mercados para evitar que la concentración económica de capitales (el mercado en
pocos oferentes), pueda afectar su proceso de inserción. Otros dos aportes
importantes son la logística y los impuestos. En Argentina por ejemplo, la
presión fiscal es agobiante y transversal. Existen impuestos nacionales,
provinciales y municipales que se crean a discreción para sostener el gasto
público de los diferentes estados. La carga tributaria es muy elevada, y cuando
esto ocurre, termina ahogando la capacidad de consumo, ahorro e inversión de
los ciudadanos. Por otro lado, la logística. Muchas empresas en Argentina, al
igual que en Rusia, por ser países de gran extensión territorial, sufren los
costos del traslado de la producción. Es fundamental aliviar dichos costos y
para ello, los estados deben trabajar en la producción de carreteras, puertos,
vías férreas, y sistemas de transportes de bajo costo. Un dato sobre Rusia
acerca de las pymes, el cual he intentado verificar, dice que éstas proveen en
la actualidad, un 20% de los puestos de trabajo. Por eso es vital que en países
como Rusia y Argentina, el emprendedorismo y la creación de empresas, se tome
como una cuestión de estado.
A pesar de todas las restricciones en
materia económica, financiera y estructural, debemos seguir adelante y hacer
realidad nuestros sueños. Tanto en Argentina como en Rusia, existen los deseos
y los sueños. Podremos tener diferencias culturales, de idioma, pero
tenemos sueños comunes. Queremos ver crecer y desarrollarse a nuestras
organizaciones porque son la fuente prosperidad para los pueblos.
Lic. Claudio M. Pizzi
Director
www.dorbaires.com
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