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jueves, 17 de noviembre de 2016

EL LIDERAZGO ES COSA SERIA EN EL MUNDO

Existe una palabra mágica en management, “liderazgo”. Se habla y se escucha mucho acerca de ella pero en realidad se entiende muy poco del tema. En la actualidad hay muchas teorías circulando. Algunas se orientan a pensar que un líder puede ser “creado” arbitrando algunos aspectos o características de los individuos. En definitiva, “se trata de conducir”, entonces, el reto del liderazgo parecería ser el “aprender a conducir personas”.






Este es solo un aspecto del tema. La construcción del liderazgo encierra algunos peligros y esto tiene que ver con la esencia de la persona y los instrumentos que se utilizan para llegar a su creación.


En la actualidad el marketing político, la comunicación, el manejo de los gestos y los colores suelen ser combinados en programas de aprendizaje. Una vez concluido el experimento, nace el líder. Ahora bien, ¿qué aspectos deberíamos tomar en cuenta para saber si este líder será “positivo” para una comunidad u organización determinada?


Algunos se sorprenden del fenómeno “Trump”, recordemos que Estados Unidos tuvo a los “Bush” en sendas presidencias (2001-2009). No se trata de un fenómeno local, latinoamericano. Las “sorpresas electorales” existen desde que se creó la política.


Existen muchos mitos en términos de lo que “debería ser un país”. Algunos de ellos son muy bien utilizados para mantener el sistema en el subdesarrollo. Esta mitología se da tanto a la izquierda como a la derecha de las opiniones de la sociedad.


Habitualmente escuchamos frases como estas: “un país no es una empresa”, “los ciudadanos no son clientes”, “un país no se maneja como una empresa”. “El estado debe ser grande para controlar a los poderes del mercado”, “cuanto más interfiere el estado, peor es”. “La culpa es del populismo, la culpa es de la derecha conservadora“, etc., etc…


Sobre todos estos aspectos, me gustaría citar algunos indicadores que se utilizan generalmente para evaluar el éxito empresarial. Entre ellos encontramos (revisa Fortune) la Innovación, la calidad de la gerencia, el valor de la inversión a largo plazo, la responsabilidad corporativa para con la comunidad y el ambiente, la habilidad de atraer y retener gente talentosa, la calidad de los productos y servicios, la solidez financiera, el uso acertado de los activos de la empresa.


Repasando la lista y evaluando a la Argentina, podremos observar que es en extremo difícil encontrar estas condiciones, motivo por el cual el país no alcanza un nivel de desarrollo y cuenta con pobreza estructural mayor al 30%.


El país es una empresa, conducida por líderes, algunos de mayor rango, otros menores. La sociedad es quien decide otorgarles el poder para “obrar” en representación de ella.


El fracaso del liderazgo, es el fracaso de las sociedades.

Un país fracasa cuando sus ciudadanos están más preocupados por el precio del kilo de la carne que por el funcionamiento de sus instituciones. Cuando privilegia  el “consumo” por sobre los valores y principios”. Cuando la sociedad entrega el poder de decisión a personas que fueron “construidas para liderar” pero que en esencia, “no tienen lo que se necesita” para ser líderes positivos.

El experimento Trump es la prueba.  Habita en las sociedades decepcionadas por las políticas tradicionales y crea un marco de incertidumbre a futuro.


Un país es una empresa que mal manejada puede naufragar. En una empresa seria, no se toma personal sin necesidad porque afecta la productividad y la rentabilidad. No se gasta más de lo que ingresa, se cuida el capital de trabajo, se cuida a los clientes internos (empleados) y externos (consumidores).   No se utiliza el flujo de fondos para beneficio personal, ni se incorpora parientes sin capacidad de gestión.  Si todo esto ocurre, el problema no es la empresa, ni sus empleados, ni sus clientes, no es el mundo, son los líderes. La diferencia con la política es que los líderes surgen de la sociedad.


El liderazgo es un tema de actualidad pero entenderlo no es tan sencillo. Sobre todo, si observamos los resultados en términos de gestión, visión y sustentabilidad en la Argentina.




Un líder positivo no surge de una fórmula mágica ni tiene que ver con un proceso de construcción mediático. Encontrarlo es buscar en su esencia y no siempre las sociedades están dispuestas a dejar de lado sus miserias, hacer autocrítica y darle el valor que tiene a la ética, la honestidad, la responsabilidad, el bien común, la institucionalidad. 


El equipodorbaires
www.dorbaires.com


FUENTE IMAGEN: http://cdn.crhoy.net/imagenes/2016/11/trumpX.jpg

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