A
todos nos gustaría, ¿no es cierto?, pero el problema aquí es que milagros se
producen todos los días pero no siempre nos toca a nosotros recibir el que nos
gustaría. El respirar es un milagro, el nacimiento de un niño sano es otro,
poder sobrevivir a las crisis socio – económicas, es otro.
Hay
algunos gurúes de las ventas que parecen tener las recetas mágicas para vender
más…déjeme que desconfíe de ello.
La
única receta que conozco y puedo asegurarle que funciona, funcionará y seguirá
funcionando tiene tres componentes de dos tipos. Uno individual, otro colectivo
y otro macro. Los dos primeros son endógenos, el último, exógeno.
El componente macro es
aquel que se relaciona con la situación externa del negocio, del segmento que
se atiende en el país o región en donde se trabaja. Los estados generales de la
economía son definidos como: auge, recuperación, recesión y depresión. La depresión, también conocida como
estado de crisis, es el cuadro más complejo del ciclo económico. Se caracteriza
por un bajo nivel de empleo y escasos recursos para asignarlos al consumo. Esto
significaría que por baja de la demanda, los precios de bienes y servicios
bajarían o permanecerían estables, y la producción presentaría niveles mínimos.
Ahora bien, el cuadro se agravaría si a eso le sumamos inflación más déficit
fiscal acumulado. La recesión representa la fase de descenso del ciclo
económico. Es un momento en donde se reducen las inversiones, el comercio, el
empleo y por ende la producción producto de la reducción de ingresos de
particulares y empresas, lo que conduciría a un status negativo de la situación
y si se mantiene por períodos prolongados, a la crisis. La contra cara de esta
situación es la recuperación y el auge, fases que van desde la mejora al pleno
empleo, al crecimiento económico. Ahora, en base a esto le pregunto ¿usted tiene un plan estratégico de ventas
para cada estado de la economía?, si la respuesta es negativa, sepa que en
un plan estratégico se debe combinar una serie de recursos entre los cuales se
hallan los financieros pero no son los únicos. No son pocas las PYMES que suelen
revisar solo cuestiones que tienen que ver con los “números” atendiendo a las
necesidades de plazos y descuentos y descuidar otros elementos centrales de una
política de ventas como la comunicación, la atención post venta, la calidad.
Los elementos endógenos tienen que ver con lo individual,
es decir con las capacidades de los vendedores, y lo colectivo, con las
acciones de la empresa para enfrentar la crisis. Ambos indispensables para
poder mantener a flote a la empresa. En el plano colectivo, hablamos de
recursos que la organización destina para tiempos complejos, ¿ha usted ahorrado recursos para
destinarlos a un plan comercial de emergencia en sus tiempos de bonanza?,
¿tenía previsto fondos para realizar cambios en las condiciones de ventas de
forma tal que no afecten las necesidades financieras de la empresa?
Por último tenemos las cuestiones individuales, ¿con que tipo de vendedores cuenta en su
organización?, ¿saben todo lo que tienen que saber para modificar la
lingüística, la comunicación no verbal y emocional en caso de crisis?, ¿los
planes de capacitación de la organización han contemplado el cambio de status
económico?
Existe una idea generalizada en la que se cree que las
diferencias entre un estado de auge y depresión son muy distintas. Pues sí, es
verdad, en el primero sobran fondos y en el segundo escasean, pero eso no
quiere decir que un estado sea “mucho más sencillo” que el otro. Lo que suele
ocurrir en momentos de auge es que las empresas suelen esconder sus
ineficacias, venden porque “sobran recursos”, pero no porque saben vender
mejor. En épocas de bonanza lo que ocurre es que se multiplican los oferentes y
al consumidor se la hace más difícil elegir debido a la multiplicidad de
alternativas que tiene. La puja por “precio” existe siempre, y es la excusa
perfecta para bajar el nivel de ventas.
Contar con un diseño organizacional flexible que pueda
adaptarse a las diferentes circunstancias del mercado es imprescindible. Una
política de ventas que no se vaya reescribiendo a medida que la empresa va
transitando por su vida económica suele tener muchos problemas. Genera tantos o
De igual modo, perforar la calidad de los productos o el servicio para acomodar
la estructura de costos a las necesidades financieras coyunturales de la
empresa Debemos recordar que toda organización enfrenta por lo menos tres
ciclos que pueden coincidir o no, por ello es TAN IMPORTANTE EL DISEÑO
ORGANIZACIONAL. Recordemos:
Ciclo económico: depresión, recesión, recuperación, auge.
Luego tenemos el ciclo del mercado: introducción, crecimiento, desarrollo y
declinación. Los mismos estados del último de los ciclos le caben a la
organización. Imaginemos las posibles combinaciones
Mg. Claudio M. Pizzi
Director
www.dorbaires.com
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