Hay
muchas variables que condicionan la decisión acerca de cuándo se debe implantar
un ERP, desde el análisis de la situación real de la empresa, la determinación
de requerimientos de gestión o la búsqueda de los sistemas con las
funcionalidades adecuadas, hasta el tema de la inversión. Otras cuestiones
tienen que ver con la redefinición de procesos o con el establecimiento del
momento adecuado.
Desde
Datisa se indican seis
pistas que pueden ayudar a las pequeñas y medianas empresas a determinar si es
el momento oportuno para plantearse el reto de implantar un sistema de gestión
empresarial o no. E insisten en que, como todos los retos, el cambio puede ser
motivador o estresante. Dejarse acompañar por un proveedor tecnológico que
realmente actúe como un verdadero socio e impulsor del cambio, será un factor
determinante para alcanzar el éxito en el proyecto.
1. Información estancada. El primer síntoma es la
ausencia de comunicación e intercambio de información interdepartamental. Hay
que hacer que fluya la información. Estandarizar los procesos de intercambio de
información entre departamentos, áreas o equipos de trabajo, será una de las
primeras labores que abordará un ERP. El trabajo colaborativo permitirá, además
de compartir los datos, mejorar las relaciones y, los resultados económicos.
Son cosas distintas pero interrelacionadas entre sí. Primero, más facilidad
para obtener información (de manera autónoma o a través de algún compañero),
segundo, mayor confianza en los datos que se manejan y, por tanto, más
facilidad para tomar decisiones comprometidas y, tercero, si somos capaces de
replicar proyectos o modelos exitosos implementados en otros departamentos,
ganaremos tiempo de prospección y habremos generado alianzas internas que
pueden ayudar a realizar trabajos con perspectivas globales.
2. Datos sin actualizar. Esta es una de las peores
cosas que le puede pasar a una organización. Ya sea en el departamento
financiero o en el comercial o en cualquier otro área, disponer de información
consolidada, es sencillamente imprescindible.
3. Sistemas y aplicativos anticuados.
La
empresa ya está informatizada y se apoya en un software para el desarrollo de
determinadas tareas, operativas, estratégicas, administrativas, etc., lo que no
significa que el funcionamiento de esos aplicativos esté optimizado. Es decir,
que puede ser que las necesidades hayan cambiado desde la adquisición del
aplicativo, hasta el momento actual y el sistema no haya ido sumando las
funcionalidades como debiera, o las versiones están desactualizadas, o la vida
útil del equipo está dando sus últimos coletazos.
4. Demasiados programas
informáticos. La
descentralización o mejor dicho, la masificación de sistemas, provoca el caos
entre los usuarios. El ERP servirá de catalizador de procesos y permitirá
centralizarlos en un único programa. La centralización además de los múltiples
beneficios funcionales, inducirá una jugosa reducción de costes.
5. Falta de flexibilidad. Que el negocio crezca, siempre
es una buena noticia. Pero ese crecimiento se debe acompañar de una gestión
adecuada y ésta a su vez, sólo será posible si se apoya en los sistemas
adecuados. Un buen programa permitirá crecer en función de las necesidades que
plantee progresivamente la organización, sumando módulos, incorporando
funcionalidades, etc. pero siempre manteniendo el corazón de la herramienta y
evitando nuevos procesos de implantación, formación, reconocimiento, etc. Pero
también si la empresa decide, en un momento dado, contraerse, el aplicativo
deberá responder en la misma medida porque tan importante es sumar para crecer
como restar para especializarse, por ejemplo, o para reestructurarse.
6. Lentitud y confusión en las
respuestas.
Generalmente cuando los clientes o los potenciales clientes acuden a nuestra
organización para solventar alguna duda, las respuestas han de ser claras,
concisas, sencillas y rápidas. Si esto no siempre es así, entonces, quizá habrá
que mirar si la información no está centralizada, o si el acceso a la misma no
es sencillo, o si se dispone de muchos datos pero difíciles de interpretar.
FUENTE: http://directivosygerentes.es/directivosygerentes/noticias-de-nuestros-partners/seis-indicios-que-deben-seguir-las-pymes-para-saber-si-es-el-momento-de-implantar-un-erp
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