Estimados lectores, creemos que esta nota podría ser de interés para ustedes. El fordismo y la visión neoclásica de la administración merece prestarle atención en virtud de las diferentes concepciones existentes en la actualidad en materia de conducción de organizaciones.
El fordismo es representativo del paradigma del
management, manteniendo e incrementando la rentabilidad de las empresas, hasta
que, al no poder responder a los cambios contextuales de fines de la década de 1960
y principios de la de 1970, va siendo reemplazado fundamentalmente por las
teorías de administración de la contingencia.
Esta práctica empresarial incorporó las teorías, las
técnicas y los principios elaborados por las escuelas de administración citadas
precedentemente, dando lugar a un modo de gestionar que se identifica como
fordismo, u organización racional del trabajo, que buscó encontrar la “mejor
forma” de administrar.
El fordismo
se relacionó funcionalmente con un
tipo de actuación de los Estados nación identificado como Estado de bienestar. En la actualidad, ambos han perdido el grado de vigencia
que tenían, mostrando la existencia de una relación de –en alguna medida–
interdependencia. Para identificar sus rasgos se toma como fuente la caracterización
que realiza Julio C. Neffa (1980).
Evolución del pensamiento en administración 85
Características de la organización fordista de
la producción
Producción masiva
de productos homogéneos en un mercado de competencia monopolista.
Producción integrada
verticalmente sin recurrir a la subcontratación.
Predominio del
funcionamiento continuo de la producción.
Relaciones
asimétricas (a través de intermediarios) con escasa preocupación por el
cliente.
Predominio de las
innovaciones en los procesos por sobre las innovaciones en los productos.
La organización de las empresas fordistas
Gigantismo de los establecimientos.
Centralización de las decisiones y de la información.
Estructura jerárquica centralizada y división del trabajo
de gestión.
División territorial del trabajo y de las estrategias de
las unidades de negocios.
Los principios fordistas sobre el proceso de
trabajo
Intensificación de la división social y de la técnica del
trabajo, y crecimiento del trabajo indirecto.
Concentración de las decisiones fuera del taller.
Mecanización y sustitución del trabajo manual.
Búsqueda de reducción de los costos unitarios para bajar
los precios relativos.
La relación salarial
Mercado de trabajo en condiciones de casi pleno empleo.
Altos salarios directos indexables y regulados según el
tiempo de trabajo.
Relación de empleo o contrato de trabajo específico y
permanente.
Requerimientos específicos en materia de calificaciones
para la selección del personal.
Supervisión y control de los trabajadores por medio de
capataces y supervisiones.
Otorgamiento de complementos salariales según disciplina y
antigüedad.
Paternalismo junto a beneficios sociales para lograr
adhesión y evitar la sindicalización.
Disciplina rígida y estimulada con premios y castigos
monetarios. El acuerdo obrero patronal o pacto social fordista.
Las reivindicaciones sindicales tendientes a aumentar la
participación de los asalariados en los beneficios del incremento de la
productividad.
Esta corriente de pensamiento es representativa del paradigma del
management, pero deja de ser útil para mantener e incrementar la rentabilidad
cuando los cambios económicos, políticos y sociales generan su pérdida de
efectividad, por lo que comienza a ser reemplazado en los paradigmas
gerenciales que se van inclinando paulatinamente por las teorías de
administración de la contingencia.
Resumen
Los neoclásicos dan preponderancia a las funciones del
administrador que, en conjunto, forman el proceso administrativo.
Ponen énfasis en la práctica de la administración y en la
utilidad (aun siendo relativa) de los principios de la administración.
Definen a la administración como una técnica social
básica, con lo que ponen de relieve la importancia de la dirección de personal.
Intentan –sin éxito– ordenar la producción de forma que no
sea afectada por los cambios cada vez más turbulentos de los mercados.
Limitaciones
La excesiva importancia en el estudio de la organización
formal y la falta de un tratamiento sistemático del comportamiento humano dentro
de la organización.
“Temo, sin embargo, que no es probable que los problemas
de organización sean solucionados con frases hechas, sino mediante un análisis
cuidadoso, y no veo razón, por consiguiente, para apartarme de mi valoración
original de los ‘principios’ como esencialmente inútiles” (Simon, 1980, p.
XXXII).
FUENTE: Principios Fundamentales para la
Administración de Organizaciones - Miguel
Ángel Vicente • Juan Carlos Ayala - IMÁGEN: https://www.google.com.ar/search?q=fordismo&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjKrJTOioXMAhUM7yYKHXJcADQQ_AUIBygB&biw=1366&bih=643#imgrc=1Nw2Jk_Du0wXdM%3A
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